jueves, 19 de junio de 2008

Planeta Tierra: Una Céula que Desea Vivir

Los seres humanos hemos sido un factor importante en la modificación del clima. La ciencia de la que nos valemos para mejorar nuestra calidad de vida, nos ha ayudado a lograr grandes avances pero también, en ocasiones, nos ha traído graves problemas. La contaminación atmosférica con residuos de hidrocarburos, ha generado el agujero en la capa de ozono y el sobrecalentamiento del planeta con el consecuente efecto invernadero y los desastres ecológicos que lo acompañan, como las sequías e inundaciones. A esto hay que agregar la explotación indiscriminada de las reservas naturales, como la tala de grandes áreas boscosas y selváticas, y la extinción de numerosas especies de flora y fauna, con lo que se rompe el equilibrio ecológico. La ciencia sin conciencia, podría llevarnos a la autodestrucción, la cual hoy está recayendo sobre nosotros debido a la infalible ley de causa-efecto. Entre las catástrofes naturales sobre nuestro planeta, están los terremotos, el desplazamiento del eje magnético. los huracanes, los incendios, los maremotos, que constituyen algunos efectos de las causas que nosotros mismos generamos. Tierra, viento, fuego y agua, los cuatro elementos de nuestra naturaleza, son sus mecanismos de defensa. Una forma de remediarlo es tomando conciencia de la repercusión que nuestras acciones tienen sobre nuestro entorno, de tal manera que nos hagamos conocedores responsables del desarrollo y aplicación del conocimiento científico, ya que nada impedirá que tarde o temprano estemos inmersos en experiencias desagradables o gratas, según hayan sido nuestras elecciones en el uso y desarrollo de la ciencia y la tecnología.
María del Carmen Navarro Maldonado